Contra todos los pronósticos, incluso los más optimistas (y contra los nuestros sobre todo), Portugal se consagró Campeón de la Eurocopa en Francia luego de ganarle 1-0 nada menos que al equipo local con gol de Eder "Manucho", el héroe impensado, en los minutos finales del tiempo extra, luego de empatar sin goles en los 90 iniciales.
El equipo de Santos llegó a la Final luego de superar a Gales en la Semifinal pero sin convencer a nadie. En la Fase de Grupos empató los tres partidos jugados y clasificó en tercer lugar gracias a un salvador 3-3 ante Hungría. Luego empató en Octavos (Croacia) y Cuartos de Final (Polonia) y ganó por penales hasta que logró su primera victoria en la Semifinal.
El juego de Portugal fue un digno ejemplo de la herencia de Mourinho, muy sólido atrás con Pepe como gran baluarte y jugando de contrataque aprovechando la velocidad de Cristiano Ronaldo que jugó un Torneo para el olvido. Lejos de su mejor nivel, el astro del Real Madrid (que venía de pasar inadvertido en la Final de la Champions League) marcó tres goles, erró un penal y solo fue positivo en el momento de alentar a sus compañeros.
El punto culminante para Ronaldo fue la lesión sufrida en la Final en la que tuvo que ser reemplazado a los 24 minutos del Primer Tiempo (luego se supo que sufrió un esquince de rodilla, aunque no fue de gravedad).
Pero que decir de Francia. El equipo local era uno de los grandes favoritos. No dejó dudas en la Fase de Grupos (clasificó en primer lugar), eliminó a Irlanda en Octavos, a la gran revelación de la Copa, Islandia, en Cuartos y nada menos que al actual Campón del Mundo, Alemania, en las Semifinales.
Lo mejor de Francia no fue el apoyo de su público sino su juego sólido y contundente y no dejó dudas en su recorrido a la gran Final. Pero falló cuando no debía. No solo jugó mal en el partido decisivo, sino que no aprovechó las pocas chances que tuvo, justamente frente a un equipo que hizo del oportunismo su gran arma.
Dice un viejo axioma del Fútbol que los Campeones no se discuten. Y debe ser así. Portugal jugó la Final sin Ronaldo (que jugó su cuarta Eurocopa y llegó a 9 goles, igualando el record que tenía Michel Platini) y jugó su mejor partido. No brilló pero aprovechó una de las pocas chances que tuvo y logró la hazaña. Además se vengó de aquella Final perdida en 2004 en Lisboa a manos de Grecia, casi de la misma forma con la que ganó en Paris.
El título de Portugal no será recordado por su fútbol, sino por ser la primer conquista del prestigioso torneo continental y por ser el primer título de Ronaldo con su Selección, algo que le sirve para diferenciarse de Messi que viene de sufrir una nueva frustración con la Albiceleste.
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