El empate inesperado en el Nou Camp ante Real Madrid, con el agónico gol del gran Capitán Sergio Ramos de cabeza (su arma más letal), puso en jaque no solo a las chances del equipo de Luis Enrique en la Liga sino también a un esquema de juego y a muchos nombres pesados. Una seguidilla de empates aleja a los Merengues en la cima (está a seis puntos) y la victoria ante su clásico rival hubiera significado un gran alivio.
Los cambios de Luis Enrique fueron otra vez un lastre (ganó fútbol con el ingreso de Iniesta pero perdió marca con la salida de Rakitic y el posterior ingreso de Arda Turán) y el equipo quedó muy expuesto ante la arremetida final del Madrid que era muy obvio que llegaría. Parece que el Entrenador era el único desprevenido.
El momento de dudas en Liga contrasta claramente con un presente muy bueno en la Champions. Barcelona clasificó sin problemas como primero de grupo (a pesar del a derrota en el Etihad que tiene mucho olor a favores), tiene a Messi como el máximo goleador de la competencia (por un gol no puedo alcanzar el record de Cristiano como máximo goleador en Fase de Grupos con 11 conquistas) y además la Pulga terminó como el mejor jugador de la Fase de Grupos según todas las estadísticas que circulan por la Web. Es más, en el partido ante Borussia Monchengladbach, Luis Enrique puso mayoría de suplentes y terminó siendo la consagración de Arda Turán (tres goles y una asistencia) y el regreso a la vida de Aleix Vidal, el relegado marcador de punto que viene de Sevilla pero nunca pudo demostrar su potencial en el Blaugrana.
Pero vamos a delinear algunas cuestiones que pueden explicar porque Barcelona está tan lejos de ser Barcelona, o al menos el Barcelona de los últimos 10 años.
1) Una constelación de estrellas que acumula demasiado ego
Que Messi es el mejor del mundo no es ninguna novedad. Además lo demuestra día a día, como si su inagotable talento se recargara a pesar del paso del tiempo. Pero también es ciero que acapara las luces y deja en oscuridad al resto. Y tanto Neymar como Suárez no son precisamente dos "canteranos" que esperan su chance. Confirmada la renovación del uruguayo el panorama puede cambiar, pero aún a pesar de haber renovado su vínculo, "Ney" sigue muy lejos de lo que dice su contrato en Euros. Una prueba de ello podría ser que ante su ausencia en el último partido de Champions, Turán pudo desplegar su repertorio de juego y goles, algo que no llega a hacer ni por asomo con la presencia del brasileño.
El delantero Uruguayo se suma a esta cuestión. Si bien le dió el gol a Barsa en el Clásico, lleva una importante sequía que contrasta con la brillante temporada 2015/16 en la que logró el Botín de Oro. Lejos del juego y de la generación de peligro, Lucho Suárez empieza a dejar dudas que son muy complicadas de compensar, menos con el desgraciado presente de Paco Alcácer.
2) Un Entrenador demasiado inseguro
La relación de Luis Enrique con las grandes estrellas y con Messi en particular parece haber tocado fondo. Si bien no trasciende por el bien de todos, es más que evidente que el entrenador no logro llegar al plantel. Una prueba de ello es que ya anunció que renovará solo por un año, a la espera de que se resuelva la continuidad de la Pulga. En caso que el argentino selle un nuevo vínculo con el Barsa a partir de 2018, todos especulan que el asturiano buscará nuevos horizontes.
En lo futbolístico, Lucho no encuentra el equipo y genera demasiadas dudas con los cambios. El último clásico fue una prueba contundente, dejó sin marca al equipo en un moemento donde las piernas perdían energía y era obvio que el rival intentaría el empate con todas sus armas (cosa que sabemos que logró). Iniesta aportó su habitual magia pero le duró 15 minutos, y el equipo lo pagó muy caro.
3) Los refuerzos...
Directivos, entrenador y jugadores fueron muy claros en el comienzo de Temporada: Barcelona supo elegir refuerzos de jerarquía y armó el mejor plantel en mucho tiempo. Pero, parece que la realidad supera la ficción...
Los refuerzos recientes (y muchos de los anteriores, caso Arda) están muy lejos de ser decisivos. Digne es un marcador de punta con pocas luces, Denis Suárez juega como un canterano dando sus primeros pasos, Paco Alcácer no encuentra el arco, André Gomez se lesiona más de lo que juega, Aleix Vidal sigue castigado (posiblemente su gran partido ante el Borussia cambie esta situación). Solo Umtiti parece haber encajado como corresponde (en un puesto muy difícil) y está respondiendo a las expectativas.
En un plantel que necesita recambio (Mascherano, Pique, Busquets, Iniesta están en su última etapa) no aparece esa apuesta a futuro que todo gran equipo necesita para brillar más allá de los nombres.
Lógicamente es muy pronto para un veredicto, pero posiblemente una respuesta a todos estos interrogantes empiece a aclarar el futuro de un equipo que viene de un ciclo brillante no solo por tener al mejor jugador de todos los tiempos, sino por un estilo de juego que marcó una époco y un grupo de juegadores que han hecho historia, no solo en Barcelona, sino también en la Selección de España.
Se vienen tiempos de cambios y no hay margen de error.
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